La vida institucional de una organización social, aunque ella sea de naturaleza no lucrativa, no es una línea recta y continua. Al contrario es, generalmente, un reto lleno de resultados sorprendentes, de accidentes y tropiezos que comprometen su propia existencia y, muchas veces, de sinsabores y desencuentros que ponen en duda hasta su misma razón de ser. Un ciclo de intervención de cuarenta y tres largos años, en esta perspectiva, tiene para el IPTK un trayecto con muchos signos positivos y negativos…
Franz Barrios Villegas
En los tres primeros años de vida del IPTK - entre 1976 y 1979 - se suceden cinco gobiernos de los cuales, apenas uno es civil (Walter Guevara Arze) y con una corta duración de tres meses. El sello político determinante se da con la dictadura militar de Hugo Banzer Suárez que se impone entre 1971 y 1978...
Es en estas condiciones del contexto internacional y de la coyuntura política interna en las que nace el Instituto Politécnico Tomás Katari (IPTK) en septiembre de 1.976. El primer respaldo financiero que recibe de NOVIB de Holanda se inscribe en una política militante y abierta de una organización holandesa que hace suya la estrategia de respaldar al tercer mundo, tanto en Asia como en América Latina, en términos de solidaridad, de identidad ideológica y de compromiso efectivo con los postulados de una institución social, como es el IPTK, que son similares a los que se sustenta por los movimientos de ayuda en Europa.
Del mismo modo, en el orden interno, las principales razones que justifican el nacimiento del IPTK tienen que ver con las condiciones imperantes que en ese período difícil vivió el país. Años antes ya habían nacido organizaciones no gubernamentales bajo la inspiración religiosa y progresista de los jesuitas, tal el caso de ACLO en Chuquisaca y de CIPCA en La Paz, cuyo ejemplo es uno de los principales estímulos para la emergencia de una nueva trinchera de servicio social y de compromiso por los pobres. Otra razón que será fundamental como justificación del IPTK, en esta primera fase de su vida institucional, se refiere a la ausencia física del Estado en una región rural empobrecida como es Chayanta, en el norte de Potosí.
Finalmente, la relación directa entre las condiciones reales y vigentes de la coyuntura con el nacimiento de un pequeño instrumento social, se da en el terreno político-ideológico, ya que la imposición de un modelo de fuerza en Bolivia, a través de un gobierno militar, contrasta abiertamente con la inspiración y el mensaje político que asume el IPTK autodefiniéndose como un instrumento democrático y de liberación.
Bajo la dictadura de García Messa, el IPTK sufre varias intervenciones militares y para-militares bajo el pretexto de ser un antro de la guerrilla y del comunismo. Sin embargo, el conocimiento de las actividades de la institución de parte de los interventores militares, le permite al IPTK convencerlos del compromiso social en el trabajo institucional, hecho que por ejemplo cautiva al presidente de la Corporación de Desarrollo de Potosí, Coronel Victor López, para proponer la creación de varios proyectos IPTK en todo el departamento de Potosí, propósito que finalmente no se realiza de parte del régimen militar.
Recuperada la democracia con el gobierno de Hernán Siles Zuazo, la presencia del IPTK se hace mucho más sólida y dinámica, particularmente a través de dos acciones que tienen alcance nacional: la primera es la concreción del proyecto Acción Bolivia, mediante el cual se distribuye miles de toneladas de harina hacia todo el país en el propósito de aliviar los efectos de la sequía de 1983, con activa participación del IPTK para la provincia Chayanta y a nivel de asesoramiento en la Vicepresidencia de la República, instancia en la que se elabora y coordina todo el proyecto de Acción Bolivia; y la segunda acción se refiere a la primera reunión nacional que se lleva a cabo en Ocurí, sede del IPTK, en materia de salud con presencia del Ministro de Salud Javier Torrez Goitia, su equipo ministerial y autoridades de otros departamentos, para tratar de diseñar una estrategia integrada de salud, a partir de las experiencias concretas ya obtenidas para entonces por el IPTK.
A partir de la experiencia de 10 años de vida, el IPTK hace un alto para analizar su rol institucional ante la Sociedad y el Estado y el nuevo modelo vigente.
Se autodefine como “una organización privada al servicio del pueblo trabajador, opuesta al sistema y modelo vigentes y comprometida con el cambio estructural”.
En esta medida siente que es “un modesto instrumento de cambio, alternativo y contestatario, al servicio de la sociedad civil boliviana”, opción que le ha permitido cobrar autonomía relativa frente a un contexto desordenado y complejo; criticar y proponer alternativas frente a un sistema y un modelo de Estado que siente incompatible con las necesidades del pueblo boliviano
A partir de la experiencia de 10 años de vida, el IPTK hace un alto para analizar su rol institucional ante la Sociedad y el Estado y el nuevo modelo vigente.
Se autodefine como “una organización privada al servicio del pueblo trabajador, opuesta al sistema y modelo vigentes y comprometida con el cambio estructural”.
El IPTK se autodefine como un instrumento auxiliar, privado, de carácter social, sin fines de lucro y con absoluta independencia política o religiosa, dispuesto a sumar esfuerzos con entidades públicas y privadas en la tarea común de generar un desarrollo humano, económico y sostenible en las áreas que sean de su ámbito de acción.
Renueva como sus principales fundamentos ideológicos su vocación de servicio, su opción militante por los pobres, su compromiso con el desarrollo sostenible del país, su posición constructiva para impulsar el cambio estructural en Bolivia y su adhesión a los valores fundamentales de solidaridad, justicia, bienestar colectivo, democracia participativa y el respeto a los derechos fundamentales de la persona.
Delimita sus estrategias de intervención a la resolución de los problemas concretos que tengan las comunidades y los barrios marginales en el orden económico-productivo, educativo y social, siempre y cuando tales problemas impliquen un cambio cualitativo del colectivo.
La gestión 2000 el IPTK inicia un proceso de Planificación Estratégica de largo plazo, que rige en términos generales, la ejecución de acciones a partir de la gestión 2001 hasta la fecha. Este proceso sirve además, como un espacio para repensar la historia y el rol institucional, los principios y valores que hacen a la naturaleza misma del IPTK.
Es una etapa de cuestionamiento de fondo, de reflexiones profundas sobre las raíces del IPTK, de reenfoque y de construcción de nuevos paradigmas tratando de rescatar la razón de ser institucional: ser un instrumento de servicio, solución y cambio para la sociedad boliviana, y de establecer el rol que debe jugar la institución en este nuevo contexto.
Privilegia el ámbito de la formación y capacitación a los miembros del sector indígena, a niños/as, jóvenes y mujeres de otros sectores excluidos, con el desafío de formar “personas nuevas” que aporten positivamente en esta etapa de cambios profundos en el país.
